25 de septiembre de 2014

Del feudalismo a nuestros días.

El diccionario define la palabra feudo como: "Contrato por el cual los soberanos y los grandes señores concedían en la Edad Media tierras o rentas en usufructo, obligándose quien las recibía a guardar fidelidad de vasallo al donante, prestarle el servicio militar y acudir a las asambleas políticas y judiciales que el señor convocaba". Gracias a esta figura jurídica denominada feudo, existe un período de la historia de la humanidad a la que se llama "feudalismo". Dicho período, por lo general, se refiere a los cientos de años comprendidos entre los siglos VIII y XVI, aunque existe constancia de que este tipo de relación ya existía en la antigüedad y se ha prolongado hasta nuestros días, a pesar  de que tengan y hayan tenido nombres distintos.

Para el filósofo Carl Marx, el feudalismo fue tan sólo el sistema político implementado entre el esclavismo y el capitalismo. Es decir, para Marx el feudalismo fue una especie de transición desde los tiempos de la esclavitud opresora hasta los tiempos de la esclavitud moderna a la que llamamos capitalismo. En otras palabras, el feudalismo es otro nombre dado al esclavismo debido a que las reglas del juego variaron durante aquella época. Durante ese tiempo, los campesinos debían cultivar la tierra, pagar tributos al señor feudal por usufructuar dicha tierra y pagarle impuestos también por habitar en la tierra que el señor feudal le prestaba. Esto además de tener que defender con su vida cualquier invasión o ataque que amenazara la estabilidad del poderío del señor feudal.

Los señores feudales eran individuos que gozaban de privilegios especiales frente al rey, de quien eran feudatarios. Estos individuos pertenecían a la nobleza o a la iglesia. Los primeros construían castillos y/o fortalezas en las tierras que el rey les concedía en virtud del contrato freudal , siempre y cuando cumplieran con el juramento de lealtad que estos hacían al monarca, mediante el cual se comprometían a defender el reino y a ejercer dominio sobre el pueblo, de quienes debían cobrar los tributos e impuestos. Un papel similar jugaban los señores feudales eclesiásticos. Estos construían catedrales, monasterios e iglesias en sus dominios, pero su trabajo consistía en "salvar almas", y por lo tanto era la misión de mayor importancia en el reino. Ellos también debían dar al rey una parte de sus recaudaciones, pero su principal labor era asegurarse que el pueblo viera a los reyes como personas elegidas por Dios, embajadores de Dios en la tierra y merecedores de obediencia, veneración y respeto.

Los burgos, ciudades construidas por artesanos y comerciantes en las periferias del reino, y de donde proviene la palabra "burgués", fueron puntos claves en la desaparición del feudalismo. Esto ocurrió debido al poder económico que los burgueses obtuvieron comercializando las mercancías fabricadas por ellos. Estas personas no cultivaban la tierra para pagar tributos sino que pagaban en metálico, en moneda de la época, por esa razón se fue debilitando el sistema político feudal para luego pasar al nacimiento del capitalismo.

La historia nos enseña que el comercio otorgó al hombre cierta clase de independencia que le ayudó a vivir con mayor dignidad. El aprender oficios y a fabricar artesanía que otros necesitaban y requerían, les permitía a los burgueses contribuir al dinamismo económico del reino, al mismo tiempo les ofrecía un mejor estilo de vida. Si la evolución económica del hombre hubiera seguido ese camino las cosas serían muy distintas hoy en día. Para empezar: habría más igualdad económica entre los seres humanos, esto significa que habría más calidad de vida aún para los menos privilegiados; el poder del estado no se concentraría en un presidente o partido político sino que tendrían que formarse grandes consejos en los cuales los habitantes productivos de una nación tendrían una voz y un voto de importancia en cada una de las decisiones que se tomaran en beneficio de la nación; habría mayor respeto entre las clases sociales, de hecho no importarían las denominadas clases sociales, puesto que la independencia económica del hombre también se reflejaría en la independencia mental necesaria como para no dejarse controlar mecánicamente mediante la radio, televisión, internet, periódicos, etc. Como sucede actualmente. Pero no fue así. Hoy en día los instrumentos de labranza del pueblo se llaman: computadoras, automóviles, cajas registradoras, montacargas, y cualquier herramienta que los poderosos señores feudales utilicen para poner a producir a sus vasallos y esclavos.

El comercio otorga independencia al hombre. Es aconsejable que una persona aprenda a: fabricar zapatos, coser vestidos, cocinar y vender comida, fabricar cualquier accesorio que el hombre consuma o necesite cotidianamente, vender cualquier mercancía de lícito comercio, antes que esclavizarse en una factoría u oficina para cobrar diez mil pesos dominicanos cada mes, de los cuales difícilmente pueda ahorrar un solo centavo. Estas son las cosas que debemos aprender de la historia.

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