12 de febrero de 2017

Fernando Villalona: Leyenda del merengue dominicano.


Los Hijos del Rey fue la cuna merenguera donde se meció por primera vez Fernando Villalona cuando nació en el mundo del merengue para llegar a través del tiempo a convertirse en el artista más consentido de República Dominicana. Dicha orquesta inició en 1976bajo la tutela de Wilfrido Vargas, quien se encargó de formar toda una constelación de estrellas musicales en torno a la figura de Fernandito, compartiendo el frente de la banda con Raulín Rosendo, los Kenton y con Bonny Cepeda en el piano, para sembrar un hito histórico musical merenguero juvenil que no ha vuelto a ser igualado en la historia musical quisqueyana. Aunque sí, Wilfrido ha tenido en sus manos los nacimientos musicales de grandes estrellas del merengue, y también fue compositor del merengue en homenaje a Tatico Henríquez que catapultó a Fernandito a la cima del gusto popular en cuestión de días a mediados de la década de los setenta, puede decirse que, sin lugar a dudas, Fernando Villalona es una estrella que nació con luz propia, porque desde que participó en el Festival de la voz en el año 1971, quedando en un quinto lugar, se ganó el sitial más importante para cualquier artista… el apoyo y cariño del pueblo dominicano, un cariño que prevalece intacto a través del tiempo. Claro, los que seguimos el merengue sabemos que Fernando contó con el respaldo del maestro Rafael Solano, Yaqui Núñez del Risco y otras celebridades del escenario artístico dominicano, pero, su espectacular carisma envuelto en su carácter afable y humilde, fueron precisamente los factores que hicieron posible que tanta gente respaldara su carrera desde sus inicios hasta nuestros días. 



 Bienvenido Rodríguez, de Karen Récords, y Fernando Villalona firmaron un contrato por cinco años mediante el cual “Los Hijos del Rey” pagarían a Fernandito la suma de cien pesos por cada merengue grabado, mil doscientos pesos por cada disco de larga duración (long play) de doce merengues y 35 pesos por baile. El fenómeno significativo que representó la figura de Fernandito fue la bujía inspiradora del merengue que en los años ochenta conquistó a Latinoamérica completa y llegó a Europa para quedarse y poner a bailar merengue hasta a los que no hablaban español. Su firma con Kubaney Récords, del cubano Mateo San Martín, dio un giro total a la carrera de Fernando. Kubaney pagó a Villalona la suma de veinte mil dólares por la grabación de “Félix Cumbé”, el primer LP que grabó para dicha empresa, una suma que, según el propio Fernandito, no había ganado en los cinco años que grabó con Karen Récords. Cabe señalar que la estrella de Fernando Villalona, a quien Mateo San Martín bautizó como “el Mayimbe”, brilló hasta en los tribunales, pues creo que ha sido el único merenguero dominicano que ha tumbado el pulso a Bienvenido Rodríguez en cuestiones de contratos musicales, lo cual le permitió firmar con Kubaney en 1981. 
El vertiginoso ascenso de Villalona al firmamento artístico mundial trajo todo tipo de consecuencias para el artista y su familia: su nombre aparecía en los periódicos nacionales e internacionales en los que se comparaba a Fernandito con Julio Iglesias y se decía que ellos dos eran los artistas mejores pagados del mundo musical iberoamericano, en un tiempo en que la carrera de Villalona crecía indeteniblemente, llegando incluso a verse involucrado en escándalos de consumo de drogas, disputas judiciales y problemas personales con su primera esposa, detalles que, lejos de menguar la popularidad del Mayimbe, lograron hacer que gran parte de la dominicanidad se sintiera motivada a proteger y a consentir al “Niño mimado de Quisqueya” de tal forma que Fernandito logró hacer éxitos de todos y cada uno de los temas que grabó durante toda esa época.
 Fernando es el merenguero que más éxitos ha catapultado a la cima, pues más de un setenta por ciento de sus grabaciones han llegado a posicionarse en primer lugar de los hits parades nacionales en los setenta, ochenta, noventa y en el tiempo presente. Los hermanos de Fernandito: Martín, Aramis y Bolívar, forman parte del equipo de trabajo que se encarga de su carrera merenguera; Angelito, su hermano menor, también formó parte de ese equipo antes de dedicarse de lleno a su labor de evangelista. Gracias a Dios que Fernandito se encuentra en una etapa de tranquilidad familiar, trabajando duro con su orquesta y además sintiéndose cada día más cerca del Creador, como él mismo ha manifestado cada vez que sale en televisión nacional. La grandeza de esta leyenda viviente la hemos visto dentro y fuera de los escenarios, porque además de su talento posee un gran corazón, lo que ha demostrado en toda su carrera. ¡Larga vida al Mayimbe! Que Dios lo bendiga siempre.

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