VALORES PERSONALES.
Son el conjunto de cualidades y características que constituyen la base del discernimiento de cada persona. Estos valores se forman de las creencias, conductas adquiridas, costumbres, tradiciones, educación y formación que cada individuo asimila como suyos a través de la vida y en los cuales se apoya en procura de alcanzar la satisfacción plena, es decir, estos le sirven de guía y orientación de cómo lograr sentirse feliz y satisfecho consigo mismo.
VALORES PROFESIONALES.
En sentido amplio, son principios, reglas y normas, tangibles y/o abstractas, que, aceptadas como buenas y válidas por un grupo o comunidad profesional, están encaminadas a dirigir y mantener las acciones de sus miembros dentro del ámbito de lo bueno, lo bien hecho y lo éticamente correcto. En sentido estricto, son las convicciones que posee cada profesional, los cuales, subjetivamente, hacen de indicadores acerca de la manera de cumplir a cabalidad su trabajo de forma honrada y responsable.
DIFERENCIA ENTRE VALORES PERSONALES Y VALORES PROFESIONALES.
Los valores personales residen principalmente en las creencias e íntimas convicciones de cada persona; y, los valores profesionales se fundamentan mayormente en las normas y reglas que son éticamente exigidas a los profesionales de un área determinada.
Aunque puede argumentarse válidamente que los valores están fundamentados en normas sociales y/o familiares, cada individuo posee cualidades internas que determinan su interacción con su entorno y con sus semejantes. Lo más importante es que cada cual reconozca e identifique sus propios valores y verifique si sus actuaciones armonizan con los mismos.