24 de abril de 2013

El carismático Rubby Pérez,.


Aunque él ha dicho en más de una ocasión que en realidad él es un bolerista llevado a ser merenguero, y aunque eso pudo haber sido cierto alguna vez, la verdad es que el merengue no fuera lo mismo sin la existencia de Rubby Pérez como parte de su historia. A sus 57 años Ruby es un joven entusiasta, lleno de vida, con un carisma incomparable y una voz merenguera sin igual. Ha aprendido a renovarse cada día, por eso lo hemos visto recientemente actuar en vivo en algunos programas de televisión, compartiendo con su público su estilo sencillo de vivir y transmitiendo a las jóvenes generaciones ejemplos de conducta que son dignos de aprender e imitar.

Atribuye a su padre, Francisco Pérez, el haber inculcado en ellos, él y sus hermanos, los valores que hoy exhibe. Dice que todavía hoy en día, cuando la familia se reúne para comer unida,  nadie se atreve a pararse de la mesa si su padre, mayor de 80 años de edad, no lo hace primero. Su padre les enseñó a trabajar dignamente, pues, durante la infancia de Rubby, le tocaba conducir un auto de transporte público desde Azua hasta la capital, fue así como crió a sus hijos y los ayudó a ser profesionales.

Habló de lo apasionado que se sintió al trabajar, hombro con bombro junto a sus hermanos, a favor de las víctimas del terremoto del 12 de enero del 2010 ocurrido en la nación haitiana. En una casa del ensanche Alma Rosa que unos amigos le cedieron, él, su hermano Neify Pérez, pelotero profesional, y su otro hermano Micaías, médico cirujano, se encargaron personalmente de atender a cientos de los haitianos que necesitaron atenciones médicas, comida, ropa, alimento y hasta dinero para retornar a su tierra. Hace apenas unos días recibió un homenaje, como muestra de agradecimiento, de parte del pueblo haitiano.

Rubby ha estado esperando respuesta a una carta que escribió a las autoridades del Consejo Estatal del Azúcar, a quienes solicitó le concedieran un local abandonado, que pertenece a esa institución, para crear una escuela de música para los jóvenes de la comunidad de Haina. Señaló que Haina le ha dado mucho al país pero ha recibido poco. A la gente del CEA que atiendan esa solicitud.   

Ante la pregunta de ¿Por qué no graba bachata? Respondió que sencillamente él es merenguero, no bachatero, que prefiere dejar ese ritmo a Frank Reyes y los demás exponentes del género. Luego le preguntaron si se animaría a grabar con uno  de los cantantes del género urbano, respondió que todo dependería de lo que contenga la letra que escriba dicho artista, añadió que no acostumbra a escuchar música urbana pero que no descarta del todo grabarla, siempre y cuando la letra sea decente  . Recalcó que primero fue cantante de boleros y por lo mismo tiene entre sus planes realizar un concierto cantando ese tipo de canciones. Mencionó, en el programa "Esta noche Mariasela", que le gustaría cantar canciones de la orquesta Santa Cecilia y aquellas que hicieron popular a Rafael Colón.

A Rubby le encanta la naturaleza y sentirse en contacto con el campo, tiene varias cabezas de ganado, a veces le ha tocado recibir un becerro mientras una de sus vacas lo pare, otras veces pasa el tiempo en su granja de pollos, ocupándose de sus asuntos administrativos.

Rubby tiene siete hijos de los cuales da gracias a Dios. Según él, tener sus hijos es lo mejor que ha hecho en esta vida. A ellos les dedica tiempo de calidad todos los días, por lo menos a los que viven cerca de él, y conversa a menudo con los que están lejos. Su hijo mayor, Julio Alberto, tiene 37 años y la menor, Ana Beatriz, tiene sólo dos añitos. Se siente feliz de ser buen padre y pide a Dios le permita ver sus hijos crecer y formar familia, eso es todo lo que aspira. También le pide al Señor que le ayude a siempre sentir su gracia, a sentirse cerca de él a cada instante y nunca alejarse de su amor.

Pedimos al Creador que le conceda sus deseos y que permita que sean muchos, muchos los años que el pueblo dominicano pueda seguir disfrutando del talento incomparable de "la Voz más alta del merengue", el carismático Rubby Pérez.

20 de abril de 2013

Charytín Goico... Eternamente joven.


La fórmula de la eterna juventud fue descubierta por Charytín. Lo comprobé hace unos días escuchándola hablar para CNN en una entrevista realizada por Ismael Cala a nuestra extraordinaria “Rubia de América”. Anoté los ingredientes de esta fórmula para compartirla con ustedes: Mantenerse alegre todo el tiempo; amar tu profesión u oficio y dedicarte con pasión a ejercerla; llenar tu vida de creatividad; regalar amor a todo el que te rodea; prohibirte desmayar, rendirte o sentirte cansado; y mantener a tu familia unida en un clima de amor, apoyo, comprensión y armonía. Todos estos detalles los tomé de Charytín mientras hablaba con Ismael Cala, a quien le dijo que tiene un pacto con Dios para mantenerse joven eternamente.

Escucharla hablar es casi como compartir con una pariente muy querida. Charytín es una parte tan importante de la cultura y el arte dominicano que sus compatriotas debemos sentirnos orgullosos y agradecidos de su existencia. Ella ha significado, desde siempre, una revolución femenina con mucha clase y altura: cantante, actriz, comediante, animadora y productora de televisión, bailarina, compositora y una excelente madre y esposa. Lo mejor es que “todo lo ha hecho bien”.

Charytín nació en Santo Domingo. A los ocho meses de edad fue llevada a residir a España debido a la separación de sus padres. Creció junto a su madre en la tierra de Cervantes, regresando a Quisqueya, siendo adolescente, para unas vacaciones de tres meses de las que ya no volvería, permaneciendo a vivir en Santo Domingo, disfrutando de la reconciliación de sus padres y el posterior nacimiento de sus hermanas menores, a quienes ella llama sus dos amores.

En 1974 representó a República Dominicana en el Festival OTI de la canción, interpretando el tema “Alexandra”, que luego se convertiría en uno de los grandes éxitos discográficos de su carrera de cantante que cuenta con más de una docena de álbumes grabados.

Se casó con el productor televisivo Elín Ortiz, de nacionalidad puertorriqueña, con quien procreó tres hijos: Shalim (nombre fruto de la combinación de los nombres de sus progenitores), Sharina y Alexánder, la pareja de mellizos que completó la familia Ortiz Goico. Su nieto, de tres años, llamado Elián, es el nuevo encanto de la vida de Charytín. Dice que le fascina cuando su nietecito le llama “abue chai”. Shalim, su hijo mayor es un reconocido cantante y actor que ha seguido los pasos de sus padres en el mundo del arte. Lo mismo ocurre con Alexánder, quien estudió cine, y con Sharina, pues a pesar de haber estudiado criminología, invierte parte de su tiempo en la actuación y el canto. Charytín bromeó riendo mientras decía que su familia es todo un circo. 

Contó que desde los catorce años de edad ha estado trabajando incansablemente y sin tomar vacaciones y sólo puede sentirse cansada cuando no trabaja. Aseguró que el año pasado ha sido la única vez que interrumpió sus labores de artista por todo un año, pero que ya está lista para reanudar su permanencia en televisión con su nuevo programa que se transmitirá de lunes a viernes a las nueve de la noche por Mega TV, desde la ciudad de Miami. Adelantó que en su espacio televisivo habrá de todo: Entrevistas a artistas, políticos, deportistas, y personajes de todos los ámbitos sociales; música; humor; informaciones y varias sorpresas que tiene preparadas para su público. La experiencia le ha demostrado que los programas empiezan de una manera y todavía a los tres meses hay que ir implementando nuevas facetas e innovando lo ya creado, es por eso que tiene un plan flexible que desarrollará con el paso de los días. También tendrá un programa radial sabatino que iniciará este mismo mes. Esa es la incansable Charytín que todos conocemos. Una verdadera diva dominicana que ha conquistado el mundo entero.

8 de abril de 2013

Cuatro cosas pequeñas pero sabias.


"Cuatro cosas son de las más pequeñas de la tierra, y las mismas son más sabias que los sabios: Las hormigas, pueblo no fuerte, pero en el verano preparan su comida; Los conejos, pueblo no poderoso, pero tienen su casa en la roca; Las langostas, que no tienen rey, pero salen por cuadrillas; y la lagartija, que atrapas con las manos, pero está en los palacios del rey."

Proverbios 30: 24-28.

El verano, estación que precede a la primavera, se caracteriza por ser una época de calor. En algunos países es esta la única temporada en la que no hace frío y por consiguiente es el tiempo idóneo para que las hormigas recojan sus provisiones sin ser impedidas por la nieve.

Los seres humanos podemos ver esta enseñanza desde dos vertientes: Una es desde el punto de vista de la edad biológica: Podemos decir que la primavera son las primeras tres décadas en la vida de un ser humano, tiempo en que alcanza su máximo desarrollo. Luego llega el verano, entre los treinta y los sesenta, sabemos lo que queremos y como conseguirlo. Si trabajamos acorde al consejo de las hormigas, construiremos nuestra familia, invertiremos sabiamente nuestro dinero, aprenderemos a ahorrar y sobretodo no descuidaremos las cosas que pueden garantizarnos un mejor futuro en el plano físico.

El verano de nuestras vidas también tenemos que aprovecharlo en el plano espiritual: nutrirnos de la palabra de Dios mientras nuestras facultades físicas y mentales pueden ser las mejores aliadas de nuestro espíritu para ayudarnos a guardar nuestro tesoro en la morada de nuestro Señor, donde la polilla no podrá corromperlo, lo que nos permitirá seguir alimentándonos espiritualmente todo el tiempo que habitemos en la Tierra. Siembra hoy lo que deseas cosechar mañana: ayuda al prójimo, cuida a niños, ancianos y enfermos, escudriña las escrituras, regala amor por doquier y sobre todo haz bien sin mirar a quien. El verano de los creyentes es permanente, es todo el tiempo que el Señor te permita atesorar su palabra en tu corazón. Ese verano hay que aprovecharlo sabiamente.

Los conejos tienen su casa en la roca. No es que ellos hayan construido algo, más bien han sabido aprovechar aquello que la naturaleza les brinda de manera gratuita. Las mejores cosas de la vida no tienen valor monetario alguno. Tu casa es tu propia vida: espiritual, física y mental.

Espiritualmente creces y te nutres meditando y aprendiendo acerca de las cosas de nuestro creador, practicando la bondad, el amor al prójimo, la compasión e imitando a Jesucristo.

Físicamente cuidas tu casa haciendo ejercicios, alimentándote saludablemente, evitando las sustancias nocivas a tu cuerpo y tomando el tiempo necesario para relajarte y descansar.

Y mentalmente tienes tu casa en la roca cuando vigilas el tipo de información que permites entre a tu interior, a tu mente. Todo a lo que te expones tendrá influencia directa o indirecta en tu propia vida, libros, películas, juegos, amistades, etc. Cuida tu mente.

Las langostas salen por cuadrillas y se mantienen unidas a pesar de no tener un rey que las dirija. Se mantienen dentro de un mismo objetivo, un mismo sentir, una misma dirección. Muchas veces lo importante no es estar unidos a muchas personas sino saber que tipo de personas son las que tienes a tu lado. Una cuadrilla sale a cumplir una misión común, si tus allegados y aliados no están empujando hacia el mismo lado que tú, estás trabajando en vano. Hay que unirnos pero saber conformar nuestra cuadrilla con personas que aporten a la causa común de todos. Un mismo sentir en el espíritu… Eso es lo importante.

Lo último es lo mejor. La fragilidad de la vida humana es tan simple como la de la propia lagartija, si no nos cuidamos podemos ser atrapados por las manos de enfermedades, vicios, problemas de toda índole, etc. Nos conviene estar en los palacios del rey. Existe un solo rey verdadero, el rey de reyes y Señor de Señores, ese rey es nuestro Creador. Que Cristo viva en ti y que tu vida esté siempre en él.

Vivir en los palacios del rey es una sabia decisión… que el abrigo del altísimo sea tu morada.