17 de junio de 2015

¿"Yo me llamo" o "mi nombre es"?

Ambas formas significan exactamente lo mismo. Algunas personas pretenden corregir a sus interlocutores cuando estos le preguntan: "¿Cómo te llamas?" o "¿Cómo tú te llamas?". Por lo regular adoptan un tono profesoral al explicar categóricamente: "No, yo no me llamo, la gente me llama…". Incluso, hay quienes profundizan sus fallidos intentos de corrección y argumentan con vehemencia sobre las razones por las cuales la otra persona, según ellos, incurre en un error al decir: "Yo me llamo fulano". La confusión empieza cuando quien corrige cree que "llamarse" es lo mismo que darse voces a uno mismo y no es así. Llamar también significa "tener tal o cual nombre o apellido", esto se aplica a personas, cosas, animales, negocios o cualquier objeto a quien se le ponga un nombre. Cuando una persona dice: "Yo me llamo fulano", se refiere a que ese es el nombre que tiene, con el que se le conoce. En dicho caso, el verbo llamar se usa pronominalmente. El uso pronominal de un verbo ocurre cuando el mismo se acompaña de un pronombre. Por ejemplo: "me llamo" o "se llama", donde el verbo llamar va acompañado de los pronombres "me" y "se", respectivamente. Es cuestión de usar el sentido común, si digo que mi ciudad se llama Santo Domingo, jamás podría alguien pensar que mi ciudad abre la boca para llamarse a sí misma por su nombre; un negocio o un animal que nos sirve de mascota, representan casos similares, ninguno se llama a sí mismo  de manera oral, simplemente cada uno tiene un nombre que alguien les puso y así se llaman. ¡Sencillo! ¿Verdad?

3 de junio de 2015

¿Cuál "lucha contra las drogas"?

El presidente de Colombia dijo ayer en Cartagenas de Indias que el mundo debe cambiar la estrategia en la lucha contra las drogas. Cada vez que escucho a otro mandatario más hablar sobre dicho tema, me da la impresión de que, o bien viven en limbolandia o es que todavía se creen que el pueblo es tan ingenuo. Cada cierto tiempo sale uno con el mismo discurso desfasado pero hasta ahora nada ha cambiado. Es hora de dejar a un lado las palabras y pasar a los hechos. Santos citó como un logro el que en Colombia se incautaron 820 toneladas de cocaína desde agosto del 2010, y yo me pregunto: "¿Podrá ser tan ingenuo un presidente de Colombia en lo que se refiere al mundo de las drogas?". ¡Claro que no! Él sabe bien que al narcotráfico no le importa dejar cien kilos de cocaína a la disposición de la policía, para tenerlos entretenidos, mientras otros cinco mil kilos llegan tranquilamente a su destino. Entonces, el gobierno celebra los cien kilos incautados y el narcotráfico celebra los cinco mil kilos que llegaron. También citó que desde 1993 hasta hoy se arrestaron a 995,000 personas por nacotráfico. No hay que ser un genio para deducir que si esos casi un millón de ciudadanos hubieran sido grandes señores de la droga, pues ya el narcotráfico habría desaparecido. La verdad es que la mayoría de esos ciudadanos apresados son víctimas del inefectivo sistema actual que piensa más en lucrarse de las ganancias y de los bienes incautados a los narcotraficantes que en la salud y el bienestar del ciudadano común. Un gran porcentaje de esos apresados son enfermos drogadictos que en un mundo verdaderamente civilizados serían tratados como lo que son, enfermos dependientes de la droga, y no como infractores de la ley; otro porcentaje está compuesto por nuestros jóvenes que ven en la droga la mejor oportunidad de reducir la brecha de desigualdad en que los coloca la sociedad y prefieren arriesgar sus vidas cada día antes que someterse al abusivo atropello que sifnifica ser esclavo de un empresario poderoso que ofrece pagarle por tres meses de trabajo lo que él se gasta en media hora almorzando en un lujoso restaurant; y, está el peor de los casos, un amplio porcentaje de esos apresados son personas que ni siquiera se enteraron de que estaban siendo utilizados como mulas o como "pantallas", pero, igual tendrán que purgar condena en la universidad del crimen profesional, que significa la cárcel de cualquier país del mundo.

Hay mucha gente en el mundo, principalmente en Estados Unidos de América, que consume todo tipo de droga en forma recreativa, incluso, la economía de Colorado aumentó significativamente desde que legalizaron la marihuana en ese estado, llegando a recaudar 76 millones de dólares en impuestos durante el año 2014 por ese concepto. Lo más relevante en este asunto es que la gente que quiere consumirla encuentra la droga en cualquier esquina de cualquier ciudad, lo que sifnifica que las autoridades del mundo entero son incompetentes ante la venta y distribución de las drogas. Entonces, ¿cuál es el sentido de que sea ilegal lo que cualquier ciudadano consigue libremente y sin complicaciones a menos de un kilómetro de su hogar?Otra pregunta: ¿Cuántas personas mueren cada día en cualquier país del mundo por causa de una sobredosis de drogas? Busque la prensa de su país en este momento y se dará cuenta que esas cosas hace rato que ya no suceden con frecuencia y cuando ocurren es algo extremadamente raro. En cambio, no pasa una semana sin que mueran personas por tumbes de drogas o por ajustes de cuentas, eso sí es causado por la ilegalidad de las drogas. Que usted no ve a los dueños de las firmas licoreras enfrentarse a tiros por el control del negocio de la esquina, pero, irónicamente, cada día mueren personas en accidentes de tránsito debido a que estaban intoxicadas por el alcohol… y nadie dice nada. Señor Juan Manuel Santos, la verdadera lucha contra las drogas podemos ganarla en la prevención, la educación y la reducción de la desigualdad social, dígaselo a sus colegas. Dejemos de hablar y pongámonos a actuar. Hasta que esos asuntos no sean tomados en serio por los gobernantes del mundo: seguirá aumentando la criminalidad, seguiremos desperdiciando el talento de nuestros jóvenes y continuaremos bloqueando el camino hacia una mejor calidad de vida para toda la humanidad.