27 de noviembre de 2014

Esoterismo.


El cultivo de lo esotérico es el arte de vivir en el espíritu, es ser conscientes de la energía constante del plano espiritual. Esto puede resultar impenetrable o de difícil acceso para la mente. El conocimiento de las artes esotéricas estuvo reservado durante miles de años a un linaje escogido de la especie humana. En sus albores era transmitido exclusivamente de manera oral a unos pocos iniciados de las escuelas filosóficas esotéricas. Hoy en día conviene suministrar alimento espiritual a toda criatura.
El esoterismo se ha transmitido durante siglos en todas las religiones y movimientos espirituales que componen la historia del hombre. Es un estilo de vida donde todo es nuevo cada día, no se intenta reducir lo infinito a dos páginas de un libro… se crea, se transforma y se crece constantemente. No es un conjunto de reglas que deben seguirse  de manera rígida o estricta sino todo lo contrario, se basa en la comunión con el orden divino. Las religiones se caracterizan por tener reglas que rigen las conductas de sus miembros como forma de cumplir un cometido, el esoterismo entiende al ser como parte del Orden Divino. El hombre crea el ambiente más conveniente para su propio bienestar y esto lo logra mediante una relación armoniosa con lo establecido. Sembramos conscientes de que nuestro modo de vivir dictamina lo que habremos de cosechar. Estamos reproduciendo materialmente en este instante lo que ya hemos decretado en el plano espiritual. Las reglas humanas  no inciden en lo espiritual y es por eso que los grandes movimientos esotéricos del mundo están formados por personas que profesan diferentes religiones, porque encuentran el punto de convergencia espiritual que los une. Siempre conscientes  de que cada ser vive su propia experiencia comunicativa con la creación. Más que juicio es comprensión; más que conocimiento es entendimiento; más que enseñanza es aprendizaje; más que desarrollo es crecimiento. En resumen: Comprender, entender, aprender y crecer. La transformación del ser es constante, por eso no se ciñe a reglas fijas, y alcanza la plenitud al estar en comunión perfecta con el Orden Divino.

10 de noviembre de 2014

Marina Frías: artista, versátil, mujer.


Ella tiene el encanto y glamour que poseen las damas delicadas. El talento prodigioso que sólo ostentan personas privilegiadas por la vida, y una fuerza colosal para entregarse a cada proyecto que emprende. Es el tipo de mujer que hace a uno preguntarse ¿por qué no la han nombrado Ministra de Cultura? Quizás el Ministerio de la Mujer sería un lugar ideal. Así podría servir de ejemplo a la mujer de hoy que necesita orientación, a la mujer de ayer que anhela creer que la semilla hogareña y educacional que sembró no se ha perdido, y sobre todo a la mujer de mañana que desconoce todo lo que una verdadera mujer puede hacer. Su nombre es Marina Frías, un nombre que de sólo escucharlo te da la sensación de que están hablando de alguien que conoces personalmente, aunque ese no sea el caso. No es para menos, desde 1984 a la fecha ella ha conquistado todas las facetas del arte dominicano con su gracia y la magia de su voz. Locutora, escritora, productora de radio y televisión, cantante, actriz, periodista… todo eso sin descuidar nunca su papel de esposa, madre, hija, y buena amiga. Ha laborado en algunas de las más prestigiosas emisoras radiales dominicanas: Radio Disco, la Z 101, Radio Listín, la Voz del Trópico, Hits 92, Y KQ94. Su paso por la radio le ha otorgado el ser galardonada por el Círculo de Locutores Dominicanos como Locutora comercial en nuestra nación entre los años 1994 y 1995, obteniendo el premio “Micrófono de Oro” durante esos años de manera consecutiva. La televisión forma parte de su vida y Marina ha formado parte de la evolución de la televisión en las pasadas décadas: Radio Televisión Dominicana (actual CERTV), Telesistema, Telecentro, Color Visión, Cinevisión, canales 6, 21 y 35, son plantas televisoras que se han visto adornadas por la belleza y figura de Marina Frías desde los años ochenta hasta nuestros días. Debutó en televisión en 1986 en el programa “Cuánto Vale el Show”, del Caballo Mayor, Johnny Ventura. Desde entonces ha desempeñado todas las funciones existentes en el arte radial y televisivo desde presentadora hasta la producción general en programas como: la Súper Revista, Caribe Show, Dominicanísimo, ¿Y ahora qué?, Mañana Musical, Las Frías a Nivel, En Familia, Cada Mañana con Freddy Aguasvivas, Sonidos del Planeta, A Nivel, y actualmente da vida a su programa radial “Tendencias DR”, por Quisqueya FM. Un programa cuyos seguidores demandan que Marina lo lleve a la televisión por su contenido fresco y moderno que combina lo contemporáneo con lo conservador y tradicional.
No hay forma de escribir la historia de la radio y la televisión dominicana sin mencionarla. Solamente hay que escuchar los nombres de los connotados presentadores y locutores quisqueyanos con quienes esta diva del arte nacional ha trabajado de manera conjunta en diversas épocas: Domingo Batista, el Súper Frank, Willie Rodríguez, Iván Ruiz, Freddy Aguasvivas, Sommer Carbuccia, Pedrito Núñez del Risco, Miguel Calzada, Francis Moya… Estamos hablando de las Grandes Ligas de la comunicación dominicana, porque ese es el nivel al cual ella pertenece. Los hechos hablan por un millón de palabras.
Si no hubiera amado tanto la locución, probablemente fuera hoy por hoy una de las más conocidas cantantes dominicanas en el globo terráqueo. Después de graduarse de canto en la escuela de Henry Ely, formó parte del grupo de cantantes fundadores de la orquesta Altamira Banda Show (1987), llegando a elevar su canto merenguero en diferentes playas extranjeras: Puerto Rico, Panamá, Miami, Venezuela, etc. donde insistentemente sonó el tema “Besitos de leche condensada”, interpretado por Marina. Durante ese tiempo recibió reconocimientos en la televisión nacional de manos de Freddy Beras Goico, Roberto Salcedo, y Rafael Corporán de los Santos, por el gran trabajo desempeñado junto a la banda. José Guillermo Sued impulsó su carrera de solista desde el programa televisivo “Sabadísimo”, inicio de una nueva etapa de su vida interpretando distintos géneros musicales: baladas, boleros, rock, pop, y bachata. Siendo invitada a cantar en eventos internacionales de envergadura como: La Feria de Colón (Panamá), y el Miss Cuban American (Miami), entre otros, llegando a recibir ofertas para formar una orquesta donde ella sería la figura principal. En su rol de actriz ha participado en varias obras teatrales y desempeñó diversos papeles para el especial televisivo “Grandes Series Dominicanas”, de Alfonso Rodríguez. Pero su gran pasión es la comunicación y es en esa faceta donde Marina Frías se siente plenamente identificada con ella misma.
Su familia es el más grande e importante premio que la vida le ha dado. Su esposo, Carlos Mario Echenique, ha sido el cómplice perfecto con quien Marina ha compartido todas y cada una de sus aventuras. Carlos Mario estuvo con ella en Altamira Banda Show, donde además de cantante y compositor se desempeñó como arreglista y músico. Poseedor de grandes virtudes en el área musical, ha representado para Marina la pareja soñada e ideal con quien ha logrado atesorar su hermosa familia que completan sus cuatro hijos, todos varones, y una niña que ambos adoptaron con mucho amor. Marina y Carlos Mario trabajan en la actualidad en impulsar la carrera musical de su hijo: Sergio Echenique, quien ya ha sabido conquistar corazones desde distintos escenarios y  en este instante le está dando los toques finales a su producción de baladas románticas, con la cual pretende seguirle el paso a sus progenitores en el arte nacional. Tener una trayectoria tan completa y conservar la sencillez y humildad que siempre la ha caracterizado es ya una hermosa cualidad de esta gran dominicana, de quien nos sentimos orgullosos. Marina es amante del mar y la naturaleza, varias veces al año se desconecta de la cotidianidad para irse al campo con su familia. Gusta de escribir novelas, lo hace desde que era una niña. Otra faceta suya que dará a conocer Marina en un futuro no muy lejano si así Dios lo permite. Que el Señor bendiga hoy y siempre a nuestra querida Marina Frías.

 

 

7 de noviembre de 2014

¿Quién es dueño de tu vida?

Filósofos, científicos, psicólogos, pensadores, sabios, psiquiatras, religiosos, gente común… muchos se han preguntado alguna vez si en realidad tienen un libre albedrío. Hay quienes defienden la teoría del determinismo y argumentan que el hombre no puede hacer nada más que lo que está señalado que él ha de hacer. Existen corrientes de pensamientos que postulan ideas acerca de la imposibilidad de que el hombre pueda tomar sus propias decisiones y dicen que su metabolismo, la genética, el país donde viven, la conducta adquirida, etc. Son los factores que determinan el camino que un hombre toma durante su existencia. Estos últimos aseguran que en base a esos datos es probable que pueda predecirse el futuro de un hombre cualquiera. ¡Vanas ilusiones!
La verdad es que el hombre tiene las limitaciones en las que el mismo cree. Solamente hay que probar cosas nuevas, desconocidas, para darse cuenta que, si a uno le gusta lo que ha probado, no había forma posible de que probar ese algo nuevo fuera algo que estuviera programado en nuestros genes. Por ejemplo: una persona a quien nunca le han gustado los deportes pero sí le agrada llevar una vida hogareña y tranquila. Si esa persona decide que en este día hará algo nuevo en su vida, practicar natación, aprender judo, montar bicicleta o correr, cualquier tipo de deporte… es probable que en muy poco tiempo esta persona note los beneficios que esta nueva actividad aporta a su existencia: se siente más fuerte, más ágil, piensa mejor y tiene la mente más clara y reposada. A partir de esos descubrimientos se ve obligado a admitir que le gusta el cambio que siente y decide que seguirá practicando ese deporte indefinidamente. ¿En qué parte de los genes podría estar encerrada la orden o programación que haría a un hombre tomar tal decisión? En ningún lado. Por el contrario, la ciencia ha demostrado que nuestros genes pueden ser cambiados dependiendo el estilo de vida que llevamos. Esto quiere decir que aún nuestra herencia genética está sometida a nuestras decisiones. Piénsalo bien. ¿Cuándo fue la última vez que te atreviste a hacer algo diferente?Atrévete hoy a retar los patrones mentales que has formado a lo largo de tu existencia y haz algo diferente, algo que aporte calidad a tu vida o al menos que aporte variedad, que te ayude a mantenerte más fuerte y sano sin causarte daño alguno. Prueba varias cosas diferentes en ese mismo tenor y descubrirás que aún tú mismo todavía no te has conocido al cien por ciento. ¿Sabes por qué? Porque eres un mundo infinito de posibilidades. No te compares con un caminito estrecho cuando puedes ser dueño de tu propio universo. Ejerce tu libre albedrío y atrévete a vivir.

5 de noviembre de 2014

Siembra el bien... cosecharás el bien.

El bien es la semilla que sembramos cuando beneficiamos a alguien con nuestros pensamientos, palabras, acciones e inacciones. Una semilla que habrá de germinar y dar sus frutos, porque así es la naturaleza del bien. Haz siempre el bien sin esperar gratitud ni recompensa que provenga de esas personas a quienes haces bien. A veces los seres humanos tienen el hábito de olvidar esos momentos duros en que tuvieron que ser ayudados por otros… es un mecanismo de protección que usan las mentes débiles. Por eso es que a menudo también se pretende olvidar a aquellos que han hecho el bien. Si ayudas a otros y te pagan mal, pídele a Dios que te dé muchas más cosas con las cuales puedas seguir ayudando a muchas más personas, aunque estas también se olviden de tus buenas acciones. Las semillas que has sembrado habrán de florecer tarde o temprano. Es ley de vida y nadie puede evitarlo. Sólo ten presente que es mejor dar que recibir. Haz el bien y no mires a quien.

4 de noviembre de 2014

No te subestimes.

Tú, al igual que todos los seres, tienes la capacidad espiritual de ver la respuesta. Tienes el poder de ver las intenciones de todo el que habla o escribe. No te subestimes. Ese poder infinito no solo está dentro de ti sino que está en todos lados pues es omnipresente. No es por méritos tuyos sino que es gratuito. Eso sí, tienes que elegir aceptarlo, usa tu libre albedrío para decidir y una vez estés en el camino lo tendrás todo a tu disposición.