30 de abril de 2011

La vida es una gran celebración.

Cada vez que nace un niño se forma toda una celebración en torno a tan magnífico acontecimiento. Todos se muestran felices por la llegada del nuevo ser. Hasta ahí vamos bien.

Muchos siguen celebrando los avances y aprendizajes de esa nueva vida: Su primer paso es tan importante como el que Neil Armstrong dio en 1969 en la luna; El sonido de su primera palabra es más melodioso que todas las canciones de Plácido Domingo; Lo primero que escribe es tan brillante como El Quijote de Miguel de Cervantes; Su primer experimento científico deja atrás a la teoría de la relatividad de Albert Einstein; Cuando batea de jonrón en la liga de béisbol lo hace mejor que Sammy Sosa, Jorge Bell y Pedro Guerrero juntos; Todo lo nuevo que hace ese nuevo ser es un nuevo motivo para celebrar. Seguimos bien.

Hoy quiero recordarte algo: Una vez tú fuiste ese nuevo ser que llegó a iluminar las vidas de tus padres, abuelos, hermanos, tíos y demás familiares. Fuiste tú a quien celebraron cada nuevo aprendizaje, cada pequeña proeza, cada palabra, cada paso. ¿en qué momento terminó la celebración? Cuando los adultos dejaron de aplaudir y de maravillarse con cada una de tus nuevas ocurrencias… ¿perdió sentido la vida?cuando creciste, te hiciste adulto, y ya toda la atención no estaba centrada en torno a ti ¿se te olvidó como vivir?

La vida siempre tiene sentido, por eso es vida. Fuiste tú quien un día aprendió a escribir, a bailar, montar bicicleta y declamar poesía. Hoy sigues teniendo el conocimiento de hacer todo lo que un día aprendiste y tanto te celebraron. Entonces, tienes razones suficientes para que tu vida sea una gran celebración todos los días. Cada noche, cada atardecer, cada mañana al despertar, tienes ante ti la inmensa oportunidad de celebrar y apreciar lo que tu vida aporta a la humanidad, lo que tu persona aporta al mundo, lo que tu espíritu regala al universo. Ahí estamos mejor.

Hagamos que nuestra vida sea una gran celebración todos los días. Baila, canta, sonríe y disfruta todo lo que haces. Mantén siempre muy presente que la música del mundo eres tú.Regala la más afinada canción celebrando tu vida todos los días desde el fondo de tu corazón. Todos estaremos mejor. ¡Tenlo por seguro!

29 de abril de 2011

Excelencia en el ser.

 

El estado funcional del ser debe ser visto de forma integral. Para lograr la excelencia en la ejecución la misma ha de estar caracterizada por su calidad. Una calidad que busca la perfección en base a dos factores principales: Atención y repetición. Estos dos componentes son imprescindibles si se quiere lograr la calidad. Solamente cuando combinemos adecuadamente estos ingredientes; atención en cada repetición, alcanzaremos la perfección de forma rápida,  por ende con menor número de repeticiones.
Todo está claro. La excelencia que impone la calidad se obtiene a través de la atención en cada repetición.Aún otro ingrediente contribuirá con el expedito alcance de la excelencia. Se llama “acción creativa.” La atención nos permite detectar imperfecciones, en base a esta información procedemos a la acción que elimine dichas imperfecciones. La acción sigue inmediatamente después de, y dependiendo de los resultados de, la atención,de lo contrario,  lejos de ser funcional, el ser es un simple observador atrapado en el círculo vicioso de repeticiones imperfectas. La acción, si es creativa, añade algo nuevo a cada repetición (siempre y cuando el caso lo permita y/o lo amerite), es un tercer ingrediente de la excelencia.
Repetición, atención (aprendizaje y detección de posibles imperfecciones), acción (que elimine esas imperfecciones, en caso de existir), y luego la creatividad para elevar nuestro nivel y aún mejorar la calidad. Todo es parte del ser funcional, todo es importante y no han de estar en conflicto acerca de cual es más importante pues todos tienen su función.  Juntos y coordinados representan la perfección y el desarrollo del ser humano.

26 de abril de 2011

La reina está sola.


La reina está sola.
La veo al caminar por los pasillos del palacio... siempre sola.
Su sonrisa misma es triste,
se ve tristeza en la tersura de sus labios,
se nota levemente la tristeza que ha invadido su mirada.

Todos están vendados, no se dan cuenta de nada.
No pueden notar, como lo hago yo,
que sus ojos se pierden vagamente en la lejanía,
ignoran que su dulce mirada no los mira,
en realidad no los mira, sino que desvaría.

Allí en el laberinto de su imaginación vive de fantasías,
de la más bella ilusión por ser humano concebida...
¡Esa mirada es mía!
Por pasadizos secretos se desplaza En las oscuras madrugadas, iluminada solamente por la  luna,
andar sereno...
parece flotar al compás de la sinfonía divina que escuchan sus sentidos,
¡Regalo del cielo! Se siente dichosa, se sabe elegida...
pero está sola.
Tan sola que el mismo viento quiere hacerle compañía,
tan sola que las estrellas agonizan de nostalgia cuando a lo lejos la miran.
Tan sola... tan sola y tan mía.

Majestuosa se ilumina su faz al contemplar sus jardines,
el aroma de las rosas le devuelve los recuerdos infantiles, cuando su padre era el rey y ella una tierna princesa...
las rosas inundaban temprano su habitación,
con delicados olores que hablaban de poemas
y conversaban de amor,
renace la niña que habita en su interior,
parece ruborizarse al descubrir que puede ser feliz todavía,
sus anhelantes deseos,
su sueño de completar su dicha con el amor
aun conserva a flor de piel, inherentes a su ser.
Se permite dejar de ser reina para sentirse mujer,
en esos breves instantes recupera su alegría,
olvida que ha estado sola, se ríe de la vida.
Apenas una sonrisa.
Está feliz, de comprobar que aún está viva.
La reina... Está tan sola, tan sola. Siendo tan mía.

23 de abril de 2011

Los hijos de Jacob.

Jacob, hijo de Isaac y nieto de Abraham,  fue enviado por sus padres a la tierra de sus parientes para que encontrara mujer entre los suyos y no se uniera a mujeres del pueblo heteo como hizo su hermano Esaú. Rebeca, madre de Jacob, tenía otra intención, pues deseaba que Jacob saliera del alcance de su otro hijo, Esaú, quien había dicho que le quitaría la vida por haberle robado la bendición de su primogenitura que recibiría de su padre.
Al llegar Jacob donde su tío Labán, hermano de su madre, conoció a Raquel e inmediatamente sintió atracción por ella. Habló con Labán y convinieron en que Jacob trabajaría siete años para obtener el permiso de unirse a Raquel. Transcurrido el tiempo pactado, hubo una gran celebración para festejar esa unión y, en la noche, Labán fue a entregar a su hija a la tienda de Jacob. Cuando amaneció, Jacob descubrió que la mujer que durmió a su lado era Lea, la hija mayor de Labán e hixo un reclamo sobre esto a Labán. Este último le dijo que se quedara con Lea por ser la mayor y que le daría a Raquel por mujer si aceptaba trabajar para él otros siete años. Jacob aceptó y al cabo de siete días Raquel también le fue entregada por mujer. Lea sufría ante todo esto pues Jacob prefería a Raquel, por eso Dios se apiadó de ella y permitió que concibiera los cuatro primeros hijos de Jacob. primero Rubén, segundo  Simeón y luego Leví, por último Judá.
Raquel, hermana menor de Lea y segunda esposa de Jacob, buscando dar hijos a su marido y viéndo que su hermana ya le había dado cuatro. Entregó a su sierva Bilha a Jacob para que concibiera de este. Bilha dio a luz a Dan y a Neptalí.
Entonces Ela dio a Jacob a su sierva Zilpa por mujer y de esta engendró Jacob a Gad y Aser.
Raquel permitió que Jacob durmiera de nuevo con su hermana Lea a cambio de unas mandrágoras que Rubén  había traído para su madre. Entonces Lea concibió a Isacar, su quinto hijo y luego a Zabulón, también tuvo una hija a quien llamó Dina.
Raquel era la más amada por Jacob de entre todas sus mujeres, y fue ella la última en concebir. Dio a luz a José y luego, cuando ya no vivían en la tierra de su  padre Labán dio a luz a Benjamín y murió en el parto.
Los doce hijos de Jacob representan las doce tribus de Israel. La tierra prometida fue repartida entre los descendientes de cada uno de los doce hijos de Jacob. El nombre de Israel le fue puesto por Dios a Jacob cuando se encontraron en el desierto. Muchas anécdotas que contar tiene la vida de este hombre de Dios. Hoy apenas compartimos los nombres de sus hijos. Las doce tribus de Israel, los hijos de Jacob.

18 de abril de 2011

Ser y pensamiento.

 

El ser es trino; espíritu, cuerpo y alma.Tres dimensiones que convergen en lo que conocemos como "ser humano," El plano espiritual, el material y el mental.

En el plano material;  Todas las actividades físicas que realizamos, con cierta habitualidad, acumulan en los músculos lo que la medicina deportiva llama "memoria muscular." SegúnD esta teoría, los músculos aprenden a realizar una actividad determinada, por ej. Escribir en el teclado de la computadora, y una vez los músculos  alcanzan cierto nivel de memoria conservarán para siempre esa información. Ellos creen que se hace "sin pensar." Ha quedado establecido en 10 mil, el número de  horas de entrenamiento necesarias para que los músculos de un atleta alcancen la cualidad de tener memoria deportiva (estamos hablando de un poco más de seis años si el atleta entrena cinco horas diarias, cinco días a la semana.).

En el plano mental;   Psicólogos investigadores han estudiado desde hace varias décadas la transmisión de patrones de conducta de una generación a otra y por generaciones. Está comprobado, nuestros genes guardan información privilegiada acerca de la herencia genética (proveniente de nuestros antepasados). Tanto la constitución física como la información genética intervienen directamente en la conformación de la personalidad del individuo.

En el plano espiritual; La escuela metafísica enseña que el  espíritu conserva información proveniente de vidas pasadas a través de las cuales el espíritu ha venido evolucionando. Eso explica, según esa doctrina, el que una persona aprende a hablar otro idioma con suma facilidad, visitar una ciudad por primera vez y ser capaz de desenvolverse como si ya la conociera,o hasta reconocer espíritus que en vidas pasadas fueron familiares y amigos (personas que se agradan entre sí apenas se han conocido).

Las dos primeras teorías, la memoria muscular y la herencia genética, las comprobamos de diversas maneras con sólo mirar a nuestro alrededor. La tercera, la metafísica, es la más convincente de entre las teorías esotéricas existentes sobre el tema. El plano espiritual es en el cual la humanidad presenta su mayor atraso y estancamiento.

Entonces nuestra existencia está conformada, hasta cierto grado, de memoria. Los pensamientos son la clave que activa la memoria. Cuando decidimos; correr, escribir a computadora, montar bicicleta, etc. Sí pensamos, no es una actividad automática, más bien el cerebro ha diseñado un atajo, un "acceso directo", que repetirá la misma acción que tiene archivada, pero el primer pensamiento llega. Ese pensamiento de "querer" o "tener" que realizar tal o cual actividad es lo que enciende la memoria muscular.

El pensamiento es una herramienta poderosa que los seres humanos tenemos a nuestra disposición.Existen diferentes tipos de pensamientos:

En cuanto al contenido; pensamientos orientados al crecimiento y a la perfección y también existen sus antagonistas, contaminados de maldad y destrucción.

En cuanto a la forma; es el tipo de pensamiento basado en el recuerdo, cuando repetimos información conscientes (o inconcientes) de lo que estamos haciendo. Los pensamientos conscientes (cuando se evoca una experiencia que contribuye a resolver una situación actual), dirigidos al bien, son provechosos. Los inconcientes (cuando el ser no se da cuenta que está pensando)  son, por lo regular, extremadamente perjudiciales.  En el mejor de los casos solamente producen un estancamiento del crecimiento espiritual.

En cuanto al uso: existe un pensamiento explicativo; es el que interpreta la sensación. Es generado por el proceso de transformación que va desde el momento en que el ser entra en contacto con sensaciones provenientes del exterior hasta el archivado de esa información en el lenguaje y formato de la memoria humana.  El pensamiento explicativo es creativo, inventa nuevas posibilidades a partir de lo recibido, pero también puede ser una nueva explicación cada vez que sea recordado. Por ej. La persona que cuenta un chiste a sus amigos y no puede evitar reírse de la situación provocada por su acción. Este individuo reinventa la narración cómica con cada realización, le agrega detalles y efectos especiales a la misma, etc. El asunto está en crecer. Está en saber aprender a formular nuevos chistes con cada improvisación que se hace al chiste que ya conocemos. La atención y la claridad en nuestros objetivos de vida impiden que el pensamiento explicativo se torne confuso, con poca o ninguna claridad, y luego sea utilizado de manera autodestructiva.

En efecto. Usted es y yo soy una persona nueva cada instante. Tenemos la facultad de crear constantemente y esa creación utiliza el pensamiento, tanto para ingresar y depositar en la memoria la información externa como para interpretar, recuperar, renovar y transmitir la llamada sabiduría.

La humanidad tomó el camino de regir su existencia basándola en el plano material, debido a ese detalle las manifestaciones espirituales también utilizan el pensamiento para poner en claro su significado. Lo ideal sería que el hombre pudiera comunicarse con sus semejantes a cualquier distancia por medio del espíritu. Un tipo de comunicación tan diáfana que los teléfonos, aun la Internet, formaran parte de la Era Involucionista de la humanidad. Para ello es necesario que la humanidad tome de nuevo el camino de la espiritualidad como su norte principal, y aún en semejante avance evolutivo de nuestra especie tendremos que hacer uso del pensamiento creativo para dirigir nuestra atención hacia el objeto de nuestra intención comunicativa.

El ser humano es mucho más que pensamientos, ¡eso está claro!. Somos; energía, poder, fuerza transformadora, sabiduría, creatividad, somos todo. Somos miembros del inmenso y poderoso espíritu de toda la humanidad.Conectados directamente con el creador.El pensamiento es amigo, sabiéndolo utilizar. Es provechoso, siempre y cuando sepamos elegir la forma y el objeto de nuestros pensamientos. Hay que saber elegir lo que más conviene.Esa es la mejor forma de sacar provecho a nuestros pensamientos,que su objeto sea el avance, todo fundamentado en el crecimiento espiritual. Esa es la clave.

17 de abril de 2011

El arte de pensar.

El ser recibe información del exterior en forma de una sensación. Sí, el primer pensamiento es hijo de la sensación. ¿Qué pasa cuando la sensación es percibida y/o captada por nuestros sentidos? Bueno, que deja de ser una sensación para convertirse en memoria. Esta transformación genera el pensamiento, primer pensamiento sobre esa sensación que también irá a formar parte del expediente sobre ese tema que ya abrió la memoria desde el instante en que los sentidos captaron la sensación.
La persona vive el aquí y ahora mas constantemente vive el mismo proceso; siente (sensación), asimila (percepción), almacena (memoria) y genera pensamientos (evoca, analiza y emite conclusiones). Cuando pretendemos compartir esas sensaciones convertidas en memoria, las evocamos mediante el acto del pensamiento. Entonces somos capaces de narrar a otros nuestra experiencia, escribir al respecto, analizar y aprender de lo  escuchado y vivido,  o simplemente rememorar tales experiencias.
El asunto es vivir en libertad, incluso del pensamiento, que no sea este un acto reflejo, que la gente no se embobe pensando cuando debería estar actuando. La calidad en el contenido de los pensamientos determina el perjuicio o provecho que estos pudieran causar. El tiempo escogido para pensar sobre un tema o asunto también debe ser cualitativo, que no es lo mismo pensar asuntos filosóficos mientras se va conduciendo un automóvil por una concurrida autopista, que sentarse a la orilla de una playa o río, con su libreta o computadora a la mano, piña colada en la mesita y toda la brisa del mundo para usted solo o en un patio sombreado por la frondosidad de sus árboles, una limonada o un morisoñando, No hay cuestión filosófica que resista elanálisis.
El pensamiento como un placer (para aprender, escribir, contar, filosofar, etc) es asunto que vale la pena cultivar.
Hay una manera perjuiciosa y autodestructiva de usar el pensamiento. De esa forma no vale la pena cultivar, por lo tanto ni siquiera plantearé ejemplos.
El pensamiento es un arte y, como tal, merece ser cultivado. Los grandes pintores cultivaron su talento pintando. Lo mismo ocurre con escultores, teatristas, cantantes, bailarines, músicos y locutores, todos cultivan su propio arte. Los científicos, investigadores, sociólogos, psicólogos, filósofos y en cierta forma los hombres en sentido general, deben cultivar el arte de pensar y eso se hace… pensando.

14 de abril de 2011

Derecho de nacer.

Mucho se ha discutido acerca del comienzo de la vida. En el plano espiritual la vida es eterna; nuestro  espíritu  nació del creador, sólo él puede extinguirlo.

En el plano físico, la vida nace desde el momento de la concepción. Quizás cincuenta años atrás se hubiera entendido que existiera una profunda discusión filosófica sobre el particular. De hecho existen cientos de diferentes teorías sobre el tema. La tecnología computarizada ha echado por el suelo todas esas teorías. Desde que un embarazo alcanza cinco o seis semanas se pueden escuchar los latidos producidos por el nuevo ser que la nueva madre lleva en su interior.

En ese momento, con nuestra aún reducida capacidad científica, puede comprobarse, sentirse y hasta ver a través de la  pantalla de una computadora que una nueva vida está manifestando sus primeras señales. Le está mandando un mensaje al mundo: Estoy aquí y vine para quedarme. De ahí en adelante lo que corresponde es cuidar a ese ser. Mimarlo, consentirlo y contestarle que sí, que ya vimos su mensaje y que su vida era esperada y querida. Más nada.

Los casos en que la inteligencia médica tenga que determinar lo contrario, para eso son profesionales, las leyes no prohiben a médico alguno que sea éticamente profesional. Todo lo contrario. Los médicos son los principales aliados de los padres de una nueva vida. Hay que tomar en serio sus recomendaciones. Ellos son conscientes, más que cualquiera, de que una nueva vida ha llegado.

En este preciso momento, muchas vidas nuevas están llegando al planeta tierra. Sintamos amor por la humanidad.  Prediquemos el derecho a la vida. Toda criatura concebida está viva y tiene el derecho a nacer.

12 de abril de 2011

Decretos de bien.



El cerebro recibe nuestras órdenes. Hace todo lo posible por cumplirlas cabalmente. Del cumplimiento y contenido de esas órdenes se forma nuestra mente, se forma nuestra personalidad, se materializa nuestra existencia.
Cada aseveración, la mínima afirmación que expreses, oral y/o por escrito,  es un decreto que debe ser cumplido. El poder de la mente humana influye sobre el entorno, sobre otras personas, sobre todo.
Si hablas negatividad, si la piensas siquiera, estás fomentando su creación. En cambio, si hablas solamente la verdad (porque la verdad es siempre buena, siempre positiva, envía potentes vibraciones de energía y amor), estás creando un entorno a tu favor. Tu vida fluye constante, cuan río caudaloso, hacia la luz verdadera.
Que tu boca hable sólo la verdad. Que tu mente se mantenga  en el fértil jardín de la sabiduría y el crecimiento espiritual.
Emite sólo órdenes beneficiosas, buscadoras del bien, positivas. Todo lo que digas, lo que escribas, lo que pienses, está propenso a cumplirse.
Manteniéndonos alerta dominaremos nuestro entorno e identificaremos los decretos negativos, emitidos o creados por otras personas o por una acción determinada. Nuestros propios decretos inutilizarán y borrarán esas negatividades para que no afecten lo tuyo ni lo ajeno. Emisiones de paz, amor y salud (mental y espiritual) dirigidas hacia la fuente de lo negativo, resultan un remedio infalible contra el caos y la confusión.
Ordena tu vida. Dedícate a crear decretos positivos sobre tu vida y sobre la vida de tus semejantes y de tu entorno. Desea el bien aun a aquellos que te desean mal, sobretodo a ellos. Estarás bien. Todos estaremos bien.   

11 de abril de 2011

Verdadera libertad.



El hombre moderno cree ser libre cuando ha encontrado la manera de satisfacer todos sus intereses económicos. Un apartamento de lujo, una casa veraniega (en la playa o en la montaña), varios autos, un yate, acciones empresariales y una cuenta bancaria en Suiza, son la cumbre que representa la libertad del hombre en la sociedad moderna. Una vez alcanzadas esas metas, el próximo paso es hallar la forma de gastar ese dinero. Vicios, juegos de azar, costosos trajes de última moda, dos o tres amantes y,si acaso recibió algún tipo de formación religiosa, podría dedicar algo del dinero que le sobra para crear una fundación o realizar alguna obra de caridad, por si acaso existe el cielo. Para el hombre de hoy, esa es la llamada libertad.
La mujer moderna es algo diferente. Ella se siente libre cuando es independiente. Compara esa independencia con tener muchos pares de zapatos en su clóset, todas las carteras que pueda usar, sin repetirlas en varios meses, y una hermosa cabellera. Esa combinación alejará de su mente todos los asustadisos pensamientos que la hacen sentir atrapada por sus miedos sociales. Ella cree que no debe ser gobernada por ningún hombre (aun si ese hombre es quien satisface sus caprichos de mujer), pero es capaz de tomar un préstamo o gastar todos sus ahorros, en someterse a cirugías que acomodarán su cuerpo a lo que el hombre desea ver en una mujer. Ser mimada, consentida y sentirse bella y admirada, es la máxima expresión de libertad que conoce la mujer actual.
Esos caprichos, esas metas, son exactamente todo lo contrario a la verdadera libertad. Mas bien son fuertes cadenas que impiden a los seres humanos desarrollarse plenamente. El dinero es una herramienta importante. Permite obtener, con mayor facilidad, los elementos que componen la vida actual en la sociedad moderna. Eso no puede ser negado. El punto clave radica en condicionar nuestra libertad, nuestra felicidad, a tener, o no, dinero en nuestro poder, para adquirir esos elementos. En ese mismo instante comienza la más agobiante esclavitud que un ser humano puede imaginar.
Disfrutar de buena salud, verse bien, y más que todo, sentirse bien con uno mismo, está contenido dentro de nuestra propia naturaleza. Eso es lo que somos, poseedores de una fuerza espiritual tan potente, que no sólo permite que nos sintamos bien, todo el tiempo, sino que también tenemos la facultad de transmitir ese bienestar a todo aquel que esté en nuestra presencia, y aún en la distancia, a todo aquel que forme parte de nuestros pensamientos.
Los seres humanos modernos han perdido la capacidad de creer en ellos mismos, encuentran más cómodo el depender de factores externos para sentirse satisfechos, para saberse plenos, completos,realizados. Cuando esos factores externos no están presentes, entonces han hallado la excusa perfecta para culpar a esa "carencia" de todos sus males presentes y futuros. Eligen, voluntariamente, vivir y ser parte de la esclavitud moderna que insisten en llamar "la moderna sociedad."
Las cadenas desaparecen, se desvanecen, cuando nos permitimos ser nosotros mismos, cuando dejamos que nuestro brillo interior salga imponente al exterior. Entonces tenemos en nuestro poder todas las herramientas para ser completamente libres.

7 de abril de 2011

El sueño de mi vida.

 

Mis sueños no terminan, son un proyecto de vida. Es más, mi propia vida es un sueño. Tantas cosas maravillosas el Señor me ha regalado, y continúa regalándome cada día, que no me queda otra opción que concluir de esta manera … admitiendo que mi propia vida es el sueño de mi vida. Uno que se cumple cada día, uno que prevalece en todo tipo de circunstancia y que brilla  intensamente cuan sol que atraviesa  los más densos nubarrones para imponerse; evaporar el agua que formará la lluvia; vitaminar los árboles, personas y animales; iluminar el camino y alejar el frío.

Sí, mi vida es mi propio sueño.

Soy nueva criatura cada mañana al despertar. Una nueva oportunidad de hacer las cosas mejor, de mejorar mi propia vida, mi propio sueño, y al mismo tiempo, mejorar mi entorno, mi sector, mi ciudad, mi mundo.

Una sonrisa, un pensamiento optimista y positivo.  ¡Esa es nuestra única realidad!. Dios creó el mundo para que lo enseñoreáramos, lo disfrutáramos, y no acepto imposiciones humanas que intenten hacerme creer que es algo diferente.

Cuando escucho a personas decir que creen en Dios, pero no son felices con la vida que llevan, porque insisten en lamentarse y en venerar las vicisitudes del mundo actual, sin tomar un instante para admirar y sorprenderse de todo lo hermoso que tienen a su alrededor… ya no intento convencerles de su error, dejo esa tarea en manos del Señor. En cambio les predico con el ejemplo, cualquier hora del día hablan conmigo y estoy feliz y con muchos deseos de triunfar en las metas que conforman mi existencia, las cuales nunca terminan.

Mi vida es mi sueño, mi vida es mi ilusión. Fui creado a imagen y semejanza del creador, entonces soy creativo, soy poderoso, estoy vivo. Y doy gracias a Dios de las cosas que he vivido, de mi familia, de mis amigos, de lo que experimento todos los días, de los amores que hetenido, de los logros y fracasos pues de todos aprendo, de sentirme tan vivo, de sentirme tan bien. De darme cuenta a cada instante que no debo ni puedo  poner paredes entre  mis sueños y yo, porque ellos están en mí.

Me concentro en soluciones, no en adversidades. Siempre habrá puertas abiertas, ¿para qué detenerse en las que están cerradas?.

 Yo soy mis sueños, mi vida es mi propio sueño.

¡El maravilloso sueño de mi vida!