28 de marzo de 2012

¿Sexismo o analfabetismo?.

Intenté obviar el tema, Dios sabe que sí. Recibí no sé cuantos correos electrónicos concernientes al tópico en cuestión y a veces ni siquiera los abrí sólo para no involucrarme en ese asunto del lenguaje sexista. Al final me dejé seducir. Es que no le encuentro mucho sentido a eso de discutir sobre la importancia de tener que decir "todos y todas" o "doctores y doctoras," cada vez que se dirige un discurso, alocución o conversación a personas de ambos sexos simplemente porque podría existir la posibilidad de que algunas de las féminas presentes pudieran sentirse discriminadas. Siempre lo encontré una verdadera exageración.
Aunque unos pocos así lo digan, no  considero que incurra en un acto discriminatorio cuando utilizo las palabras en plural que he utilizado toda la vida y denomino con ellas a todos mis interlocutores y/o lectores, sencillamente es cuestión de uso, costumbre y comodidad. Entiendo que no hay sexismo en algo tan común. Ahora bien, el señor Ignacio Bosque escribió a principios de el presente mes de marzo un artículo en el cual explica detalladamente las razones por las cuales él entiende que exageran las instituciones que pretenden imponer una nueva forma de utilizar el idioma español con el fin de erradicar lo que sus miembros consideran "lenguaje sexista." Dicho artículo, publicado en el diario El País de España, fue firmado por otros 26 miembros de la Real Academia Española y algunos académicos de otras naciones de habla hispana. Dentro de los planteamientos expuestos por el señor Bosque resalta el hecho de que ni una sola de esas instituciones buscó la orientación de expertos en lingüística y mucho menos de los miembros de la RAE. Ese simple hecho resta categoría a la intención de luchar contra algo que la mayoría de la población hispano parlante no anda tomando en cuenta como parte de su diario vivir.
Sería interesante y representaría una muestra de amor hacia la humanidad en sentido general, si todas las instituciones y personas que hoy alzan sus voces en contra del sexismo se unieran a favor de la erradicación del analfabetismo mundial, que nos uniéramos todos los todos y todas las todas en busca de que no exista un solo ser humano en el globo terráqueo que no ejerza su derecho a recibir una educación digna. Sería magnífico.
La Real Academia Española juega un importante papel de arbitraje que reglamenta la correcta utilización del idioma español. Esta institución trabaja en conjunto con sus homólogas en cada país de habla hispana e intenta marcar el terreno de juego que nos permita comunicarnos de forma fácil, correcta, concisa y precisa. La gran mayoría de los habitantes de países latinoamericanos no tiene acceso a las reglas emitidas por la RAE o cualquier otra institución similar. Un gran número de personas todavía en pleno 2012 no sabe escribir su propio nombre. He ahí la raíz del problema, ¿cómo exigir a un individuo que se comporte civilizadamente si la civilización no está a su alcance? Una verdadera democracia sólo es posible cuando todos los participantes de la misma pueden tener el derecho a expresar lo que piensan y sienten que es mejor para cada uno de ellos. Mientras no erradiquemos el analfabetismo nunca tendremos un mundo civilizado. Entonces y sólo entonces podremos hablar de equidad, sexismo, civilización y democracia. Mientras tanto sólo tendremos pretensiones vacías.