12 de marzo de 2016

Primeramente, segundamente, terceramente...

Hay tantas cosas que uno no puede explicarse de dónde han salido, pero, que ocupan un lugar entre la gente que lo repite una y otra vez y hasta llegan a convencerse de que es correcto lo que hacen y que lo hacen o dicen por el bien de la comunidad. ¡Cuántas cosas raras! En ese sentido, he escuchado a ciertos personajes de los medios de comunicación corregir a otras personas con respecto a la utilización de la palabra "primeramente", diciéndoles que esa palabra no existe. ¡Válgame Dios! Si cuando tenemos dudas de si una palabra es o no utilizada en forma correcta sólo hay que abrir un diccionario autorizado para comprobarlo, y el diccionario de la Real Academia Española indica que "primeramente" es un adverbio de tiempo que significa: previamente, anticipadamente, antes de todo… en otras palabras "en primer lugar". Hay más, pues están segundamente, terceramente, cuartamente, quitamente, y otros adverbios que no solamente existen y son apropiados para ser utilizados en los tiempos actuales sino que son tan comunes como el pan y el agua. Segundamente es igual a "en segundo lugar"; terceramente significa "en tercer lugar"; cuartamente "en cuarto lugar"; y, quitamente, "enteramente" o "totalmente". Y antes de concluir debo señalar que las academias de las lenguas son organismos que se dedican al estudio de las palabras y las letras en sentido general, que dentro de sus atribuciones están la de incorporar a sus respectivos idiomas o lenguajes esas palabras que, sea por el uso y costumbre o por haber sido creadas para un fin específico, forman parte o deben formar parte del uso cotidiano de los habitantes que se comunican en dichas lenguas o idiomas. Sin embargo, los miembros de tales academias, que son extremadamente importantes para la correcta comunicación entre los seres humanos, no son quienes determinan si una palabra existe o no… ¡Así como lo lees! Una cosa es determinar el uso correcto de una palabra y especificar su origen o procedencia, así como su utilidad, y otra muy distinta es crear palabras o inventarse términos, lo cual es principalmente una función ejercida por las diferentes comunidades o sectores que adoptan tal o cual término para referirse a algo específico, cuyo uso y/o significado  es entendido y aceptado por todos o la mayoría de sus componentes, es decir, sus habitantes. Como para muestra basta un botón, hay una palabra que forma parte del uso cotidiano de los dominicanos y con la cual se denomina a una persona que tiene sobrada astucia en algo o en muchas actividades. Se trata de la palabra "tíguere", es una palabra tan pero tan común entre los dominicanos que no hay siquiera uno sólo de nosotros que pueda asegurar que nunca la ha escuchado, incluso, la misma tiene diferentes y variados usos dependiendo de quién y cómo la utilice. No obstante, todavía el diccionario de la Real Academia Española no la ha incorporado de manera formal al lenguaje castellano. Entonces, sí, la palabra sí existe, aunque la academia no se haya enterado todavía. 

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