Seguro has escuchado decir que las oportunidades son calvas y hay que agararlas por los pelos. Parece irónico pero es cierto, ese refrán quiere decir que cuando se nos presenta una oportunidad, bajo ningún concepto podemos dejar de aprovecharla. Cada día, todos los días son una nueva oportunidad para crecer, para mejorar, para vivir y para dar un paso más en el camino que deseamos recorrer.
Aprovecha las cosas que tienes a tu favor, las que tienes a la mano y las que puedes obtener con mayor facilidad. Esto no significa que habrás de olvidarte de aquellas cosas que hoy no tienes pero que deseas tener, ni te olvidarás de las cosas que necesitas, simplemente aprovecha las que tienes y da gracias a Dios que las tienes, y no malgastes tu energía lamentando lo que no has podido conseguir todavía. En vez de enfocar tu tiempo, concentración y energía en lo que todavía no consigues, deléitate disfrutando las que tienes. Es ese disfrute de ser quien eres lo que permitirá que te conozcas mejor, que aprendas más de tu entorno y, por añadidura, te ayudará a lograr todo lo que deseas.
Hoy tienes una gran oportunidad … Aprovéchala.
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