21 de marzo de 2014

La ventaja de organizar tus pensamientos.

Si una persona desea organizar sus pensamientos lo primero que hace es conocer los mecanismos mediante los cuales estos operan en la mente. No existe una manera infalible de organizar lo desconocido, lo más conveniente es que conozcamos la forma en que pensamos. En esta ocasión, hemos clasificado los pensamientos en tres grupos: la imaginación, la consideración y el discurrimiento. La imaginación es la facultad del ser para recrear lo real o lo ideal. Muchas veces la imaginación puede estar fundamentada en ideas falsas y/o fantasiosas, otras veces está encaminada a la consecución de algún fin determinado. Por ej. La creación de un dibujo o diseño. La consideración es el pensamiento que utilizamos para reflexionar sobre lo que se nos ha presentado. Consideramos cual es el mejor camino para llegar a un destino conocido o también ponemos en consideración del pensamiento una situación o acontecimiento que amerita una solución. El discurrimiento o razonamiento es el que nos llega al inventar algo, al crear medios y formar estructuras nuevas en el pensamiento. Cuando razonamos, ordenamos las ideas en la mente hasta llegar a una conclusión. Discurrir en el pensamiento es darse cuenta de lo infinitamente nuevo que el todo representa. Pongámoslo de modo resumido: en una escala gráfica, la imaginación ocupa el lugar del cero, es el puente tridimensional entre lo positivo y lo negativo, el centro que no está ni arriba ni abajo. Justo en el medio. Imaginamos cosas nuevas y creativas, entonces la imaginación fluye en el terreno del discurrimiento o, también podemos imaginar cosas sobre situaciones conocidas o familiares, en esos casos la imaginación se mueve en los terrenos reflexivos de la consideración. La consideración o reflexión, en la misma escala gráfica, ocupa el espacio debajo del cero. Consideramos cuestiones acerca de las cuales tenemos información suficiente como para pretender estudiarlas cuidadosamente. El discurrimiento está arriba, en el lado positivo. Es ese vigilante que observa desde la torre e identifica los movimientos del entorno, es quien escucha en el silencio… Es energía pura y sin contaminación. Cuando una persona ha obtenido algún tipo de información, la asimila a través de los sentidos y la archiva mediante sus pensamientos. Dichos pensamientos pasan a ser parte de su memoria, de sus recuerdos. El ser de pensamientos organizados no se expone a ser esclavizado por ellos sino que vive permanentemente en el discurrimiento. Entonces, y solo entonces, el ser opera,piensa y actúa libremente y sin ataduras.

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