El pintor conoce los colores, conoce los pinceles y los diferentes tipos de superficies en las cuales plasma sus pinturas. Los músicos conocen las notas musicales y la manera de escribir las partituras. El escritor conoce las letras, las reglas gramaticales y se actualiza en los cambios del lenguaje. Los artistas, en sentido general, conocen los fundamentos del arte que los acompaña por la vida como fiel amigo. Pero los pintores no conocen sus pinturas hasta que las han terminado; los músicos no conocen sus arreglos musicales hasta que estos son ejecutados, normalmente les hacen ajustes de último minuto aún después de que creían terminadas sus obras musicales; los escritores ignoran el rumbo de sus poesías, relatos y demás escritos hasta que los han corregido y los dan por terminados. De la misma manera es el arte de escuchar… un acto nuevo en cada ejecución.
Escuchamos que: "hay que saber escuchar", y esto puede resultar engañoso. Usted puede saber las letras de su canción favorita o las de ese poema que tantas veces ha recitado, pero no hay forma posible de "saber" lo que su hija(o), esposa(o), amiga(o) o la/el desconocida(o), le está diciendo. Escuchar es un acto innovador y creativo, es la convergencia de dos corrientes de energía que se conjugan para crear nuevos caminos de entendimiento.
Escuchar es sentir, no presentir; es entender, no saber; es armonizar, no contender; escuchar es vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si posees inteligencia...¡dime lo que piensas!