Hay una canción ochentera que dice "Blame i ton the rain" que traduciéndola al español sería "échale la culpa a la lluvia". Es como una forma fácil de salir librado de las consecuencias de nuestros actos, para no sentirnos culpables de las situaciones que provocamos. ¿Hasta qué punto puede esto ser efectivo? creo que todos podemos coincidir en que esto es algo muy relativo.
Insistir en no sentirse culpable de situaciones y circunstancias que ya no podremos cambiar puede llegar a ser una decisión sabia. Más, querer tapar el sol con un dedo y decir, por ejemplo, que la criminalidad es culpa de las drogas ilegales es una falacia. Es todo lo contrario, las drogas forman parte de la humanidad porque existe un vacío en la sociedad que las cosas materiales no pueden llenar. Y no hablo solamente de lo espiritual, que sería como seguir echándole la culpa a una causa distinta. ¿Por qué sigue aumentando la criminalidad? Es que no existen en nuestra sociedad lugares de esparcimiento y entretenimiento que compitan con los colmadones; no hay suficientes clubes culturales y deportivos para que nuestros jóvenes inviertan su tiempo en otra cosa que no sea perder el tiempo; no hay instituciones de formación técnica profesional en nuestros barrios donde nuestro pueblo pueda capacitarse y desarrollar sus potencialidades y las pocas que existen cuestan mucho dinero; las oportunidades de trabajo son muy escasas y usted no escucha que ministerio alguno esté trabajando directamente en elaborar una especie de padrón que aglutine los nombres, edades y nivel educativo de los desempleados… sencillamente no tenemos organización social. Para ser capaces de identificar el origen de lo que no funciona primero hay que lograr que algo funcione bien.
Tenemos una sola opción correcta y adecuada: comenzar a organizar nuestra sociedad. Es la única forma de hacer las cosas bien, sino hágase el irresponsable y cántele a la vida "blame it on the rain".
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