Estoy de acuerdo con Jaime Aristy en que es indispensable invertir más en educación inicial si queremos tener ciudadanos más productivos. Pero eso no puede seguir estando en manos del gobierno sino en manos de padres a quienes les cueste menos vivir y por ende puedan invertir, ellos mismos, en darle mejor educación a sus hijos. Que los padres pobres aman a sus hijos igual que los padres ricos. Si no les dan mejor educación es porque les sale tan caro vivir que no pueden soñar en gastar en libros lo que tienen que gastar en comida y medicina. Seamos realistas. Lo primero es que es ilusorio el intentar comparar el sistema estadounidense con el "experimento en procura de crear un sistema" que tenemos en los 2/3 de isla que poseemos. Eso ni pensarlo, ni soñarlo. No hasta que logremos, algún día, crear un sistema dominicano.
Lo segundo es que no podemos seguir creyendo, ni pretendiendo hacer creer a otros, que nuestra mejoría, colectiva ni individual, depende de tener mayores ingresos. Eso no es así. ¿Qué hago yo con ganar cien mil pesos mensuales si tengo que pagar 45 mil de impuestos, que no me son devueltos en ningún tipo de beneficio, y cuando termino de pagar mis gastos mensuales me doy cuenta que sigo debiendo dinero para el próximo mes? No. El objetivo debe ser abaratar el costo de la vida: que no dependamos del petróleo, que no producimos sino que pagamos carísimo, para la industria, transporte, electricidad en los hogares, etc. Sino que utilicemos energías alternativas: energía de la luz solar, presas hidroeléctricas, energía eólica, vehículos eléctricos, etc. Que invirtamos el dinero de nuestros impuestos en agricultura: que no tengamos que pagar 15 pesos por un limón, 25 pesos por una libra de arroz del malo, 20 pesos por una zanahoria. Esto parece un cuento de terror, pero es nuestra realidad. ¿Quién ha visto que el "mal comío" puede pensar?
En tercer lugar: es una gran utopía soñar con que algún día los pobres recibirán la misma educación que los ricos, eso no ocurre ni en los Estados Unidos. Es más fácil, si en verdad queremos alcanzar algún tipo de equidad social, educar a los niños de familias pudientes para que dejen de mirar a los niños pobres como "cosas extrañas" que salen de barrios asquerosos vistiendo harapos. Es más fácil educar a los niños de familias con muchos recursos para que miren a cada ser humano como se miran ellos mismos. Así sí podemos soñar con alcanzar la equidad. Actualmente, los poderosos educan a sus hijos para que mantengan su poderío, para que conserven sus riquezas, para que sigan explotando a sus empleados pobres y de ese modo seguir ostentando sus holgados estilos de vida. Es más fácil y más económico educar a los ricos para que cambien su forma de mirar y explotar al mundo que soñar que "de repente" los pobres recibirán una mágica inversión del gobierno que les permitirá cambiar todo lo que son. Los cambios deben iniciarse por arriba. En vez de tener más ingresos, estoy seguro que cualquier dominicano quisiera que sus ingresos actuales les permitieran tener un mejor estilo de vida, que la vida nos cueste más barata, que nuestro peso tenga más valor. Así se reduce la pobreza.
Yo prefiero, en vez de ganar más, quiero vivir mejor y que me cueste menos vivir. Pero esto es tan solo otra utopía. La vida es cíclica, por lo tanto, tarde otemprano tendremos que repetir las revoluciones sociales, aplicarle guillotinas a los Luises modernos, derrumbar las nuevas monarquías capitalistas, etc. Y luego volver a comenzar para llegar entonces a este mismopunto donde hoy nos encontramos. Bienvenidos al paraíso de la humanidad.
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