No cabe duda que los avances médicos científicos en torno a las células madres representan el paso más importante dado por la humanidad en la última década. Curiosamente ha sido también el menos celebrado. Todavía existe cierto escepticismo en torno al tema, algunos son renuentes a aprender, a otros nos invade la curiosidad y el deseo de aprender más.
La administración Bush puso un freno a las investigaciones de células madres en los Estados Unidos. El gobierno logró convencer al congreso de lo peligroso que podía resultar el incentivar investigaciones de esa índole. En aquel entonces los investigadores extraían las células madres de los embriones humanos. Llegó a asegurarse que todo un mercado de embriones se había puesto en ejecución.
Todos esos comentarios, protestas de la iglesia y de otros grupos antiabortos, eclipsaron, en el continente americano, el gran impacto que la utilización de células madres ha creado a favor de la medicina.
En otros lugares del globo terráqueo no existieron esas limitaciones. En Asia, por ejemplo, encontramos que países como China y Tailandia están bien avanzados en lo que se refiere a células madres. En algunas clínicas asiáticas extraen dichas células de varias de las partes del cuerpo de un adulto y las reprograman genéticamente para cumplir funciones curativas específicas dentro del cuerpo humano. Luego las aplican vía intravenosa en el torrente sanguíneo y las células madres se encargan de reparar el órgano o tejido dañado. Existen múltiples casos documentados de exitosos tratamientos de células madres en dolencias cardíacas, renales, hepáticas e incluso cerebrales. Para muchos de estos casos se han empleado células extraídas del mismo paciente, las cuales son más efectivas que las provenientes de otra persona.
Otro tipo de método efectivo consiste en extraerlas del cordón umblical de un recién nacido. Hoy en día se conservan en un banco de células madres y pueden ser utilizadas en un futuro por los miembros de la familia del bebé (padres, hermanos, abuelos, etc) o por el mismo bebé, si algún día llegara a necesitarlo. Este tipo de servicio es ofrecido desde hace un tiempo por una institución llamada "Células Madres Dominicanas." Su método consiste en extraer las células madres del cordón umblical, reproducirlas a su máximo potencial y enviarlas al banco de células madres en la ciudad de Boston en los Estados Unidos. En caso de ser necesitadas se les solicita a Células Madres Dominicana que las traiga al país.
También se extraen células madres de la dentadura de los niños. Para esto es imprescindible que las piezas dentales sean correctamente manipuladas una vez hayan sido extraídas. Han de colocarse en un estuche especial para la ocasión y luego se sigue el mismo proceso de extracción y almacenamiento.
Los Estados Unidos han vuelto a retomar las investigaciones sobre el tema, en países latinos como Cuba, Colombia, México y Panamá se vienne utilizando las células madres desde hace algunos años. Recientemente ha salido a relucir que centros médicos de Santo Domingo,
El campo de investigación de las células madres todavía está en pañales. Es algo que debería interesar a toda la clase médica mundial. Podría representar la diferencia para que las enfermedades del pasado no existan en el futuro.
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