Una de las formas más efectivas de sacar provecho al cerebro humano
es exponiéndolo a diversas y variadas experiencias a lo largo de la vida. Si
repites lo mismo cada día y lo haces del mismo modo, lo más probable es que
termines haciéndolo de forma automática y a veces ni te darás cuenta de cuándo
y cómo lo hiciste. Es así como mucha gente aborda su auto en el parqueo del
trabajo y sin darse cuenta llega a la casa sin saber cómo lo hizo. El
aprendizaje requiere que sean tomados en cuenta algunos factores que se derivan
directamente de la atención y los métodos empleados para aprender. Realmente
cada persona tiene sus propios métodos y
técnicas de aprendizaje mediante los cuales ha logrado cultivar el
conocimiento. Existen métodos diseñados especialmente para enseñar a las
personas maduras a aprender, pero la
necesidad de utilizarlas o no dependerá de las estrategias, usos y
costumbres que la persona haya archivado en su repertorio personal a lo largo
de su vida. ¿Esto qué significa? Pues que eres tú el que debe decidir si deseas
tener un cerebro que aprende todos los días algo nuevo o un cerebro que
terminará atrofiado dentro de unos años debido al automatismo en que has
elegido vivir. Lo aconsejable es que realices las actividades diarias del modo
más variado posible: cocina platos diferentes y aprende nuevas recetas, toma
diferentes caminos para llegar a los destinos habituales, escucha música en
idiomas que desconoces y si puedes buscar las letras y cantarlas solamente
hazlo, baila de un modo distinto al acostumbrado aunque estés solo o
acompañado, interésate por temas relevantes a los que nunca le has prestado
atención y te sorprenderás del bien que haces a tu cerebro. Lo principal de
todo esto es que seas tú el que encuentre nuevas actividades que enriquezcan tu
vida, que te beneficien, que te hagan crecer mental y espiritualmente. Evitando
la monotonía le das valor a tu vida y tu cerebro te lo agradecerá por siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si posees inteligencia...¡dime lo que piensas!